Una
vez que nos fue revelado el significado del sufrimiento, nos negamos
a minimizar o aliviar las torturas del campo a base de ignorarlas o
de abrigar falsas ilusiones o de alimentar un optimismo artificial.
El sufrimiento se había convertido en una tarea a realizar y no
queríamos volverle la espalda. Habíamos aprehendido las
oportunidades de logro que se ocultaban en él, oportunidades que
habían llevado al poeta Rilke a decir: "Wie viel ist
aufzuleiden" "¡Por cuánto sufrimiento hay que pasar!."
Rilke habló de "conseguir mediante el sufrimiento" donde
otros hablan de "conseguir por medio del trabajo". Ante
nosotros teníamos una buena cantidad de sufrimiento que debíamos
soportar, así que era preciso hacerle frente procurando que los
momentos de debilidad y de lágrimas se redujeran al mínimo. Pero no
había ninguna necesidad de avergonzarse de las lágrimas, pues ellas
testificaban que el hombre era verdaderamente valiente; que tenía el
valor de sufrir. No obstante, muy pocos lo entendían así. Algunas
veces, alguien confesaba avergonzado haber llorado, como aquel
compañero que respondió a mi pregunta sobre cómo había vencido el
edema, confesando: "Lo he expulsado de mi cuerpo a base de
lágrimas."
Thursday, January 8, 2015
Saturday, January 3, 2015
Friday, January 2, 2015
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