Todo consiste en saber dominarse a sí mismo [...] La consideración de a cuanto alcanza el extraordinario poder de la paciencia, de la fortaleza y de la dignidad, no solo tiene a raya las pasiones del alma, sino que posee no se cuál oculta virtud para mitigar el dolor mismo.
Y así como sucede en la batalla que el soldado cobarde y tímido, en viendo al enemigo, huye cuanto puede, arrojando el escudo, y por esto mismo muere algunas veces, aun sin herida en el cuerpo, al paso que a quien resiste no le acontece nada, así el que no puede sufrir la apariencia del dolor se abate y yace rendido y exánime, y por el contrario, los que resisten, suelen hacerse superiores a él.
marta teixidor viayna 1er
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